Wednesday, October 26, 2011

Noche de los fogones en Minas

Primeramente decir que estuvo muy bueno todo pero… siguiendo con la idea crítica de nuestra incultura, acá vamos. Primera cosa, iban a estar los nocheros y gratis, así que se suponía que iba a haber muchísima gente, cierto? Como diría la maestra: - Razonemos chicos. ¿Qué hacemos cuando queremos ver un espectáculo que sabemos que lleva muchísima gente y además es gratis? Y todos los niños a coro: - Llegar temprano!!!
Bien, los uruguayos no fuimos ese día a clases. Característica nuestra… siempre llegar a último momento, y esta vez no fue la excepción, la excepción  fue esa gente… ah que loca esa gente, desde tempranito ahí sentada decimos, y yo te digo: - pero fueron los que pudieron ver! ¿O creías que si el espectáculo era a las 22hs ibas a llegar a esa hora y te iban a estar esperando con una silla con tu nombre? – Venga señor lo estábamos esperando siéntese acá en primera fila que los nocheros estaban esperando que usted llegara para comenzar. Así te lo digo: Já!! Con tilde en la A. Y todo eso causó la epidemia del cólera… no, perdón, la epidemia del “colate”, y es lo que hace que desatar la típica frase: - ¡Sentate que no dejas ver…bla, bla,bla! (se omitieron los improperios) Entonces de la nada sale un tipo que intenta amablemente hacer que los de adelante se sienten… ¿qué loco no? ¿No sabe que eso no sirve? Hasta que alguien desde atrás les tira una botella de plástico con restos de vino con frutilla mientras otro grita: - Rifle sanitario! Rifle sanitario! (Ya a esa altura van por la tercera canción). Pero los que están parados se dan vuelta con cara de: - No molesten, ¿no ven que queremos ver? Entonces viendo que no logran nada, los de atrás comienzan a pararse y esta práctica termina por contagiar a todos en el cerro. (Ya para este momento los nocheros están en mitad del show). Pero el que todos se paren no es garantía de que puedan ver, porque está la gente baj… rectifico porque sino alguno puede ofenderse, está la gente anormalmente alta, la cual se mueve de un lado a otro como si no pudiera ver, ¿qué quiere ver?¿ Lo que está detrás del escenario?¿No le basta con arruinarle la vista a los de atrás? A esta altura cierto líquido que había tomado empieza a hacer efecto y cuando el show parecía terminar, cuando los nocheros se despedían la gente empezó: - Otra, otra, otra! Y ellos… no solo tocaron otra tocaron como cuatro más y en lo único que pensaba era en vaciar todo ese líquido. Intenté unas tres veces salir pero me metía diez metros entre la gente y era imposible pasar, y encima la gente me miraba como desafiándome, - por acá no pasas! Si supieran lo peligroso que podía ser a esa altura de mi desesperación. Así que volví a mi lugar e intenté imaginar un desierto, hojas secas y esas cosas pero nada parecía funcionar hasta que al fín terminó y mis posibilidades de llegar seco hasta el baño eran un poco más altas. Así que me escabullí entre la gente, tomé un atajo que me provocó una resbalada y casi algo más porque algo casi se afloja, pero me mantuve firme como todo un hombresito. Caminé muy rápidamente hasta los baños a los que venía viendo desde lejos los cuales se veían vacíos, no había nadie esperando, pero que al llegar descubro que había una cola de unos cien metros para el costado. Según mis cálculos matemáticos el tiempo no daba, así que muy veloz pero sin correr porque iba a ser peor, enfilé hacía la oscuridad de los árboles. Está demás decir que no llegué pero tampoco me mojé, la parte de atrás del ómnibus sirvió de tapadera. Lamento por el ómnibus si al salir patinó un poco pero había mucho en juego. Pero volviendo al tema, muy lindo el show, yo no lo ví, pero cuenta esa gente loca que estaba desde temprano que estuvo muy bueno.

1 comment:

  1. hola me gustan muchos tus relatos .. espero sigas poniendo
    son muy divertidos ademas de reflejarnos (no me siento tan incluido) tal cual somos

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